Katherine Johnson: la pieza clave de la NASA
Mucho antes de que se inventara la tecnología actual, Katherine Johnson era
conocida como la «computadora»: calculaba trayectorias de vuelo a mano para el
programa espacial de Estados Unidos. Mi interés por el mundo más allá de la
Tierra, me ha llevado a conocer a Katherine Johnson. Katherine fue, y es, contra
todo pronóstico, un ejemplo a seguir. Afroamericana y mujer, logró hacerse un
hueco en nuestra historia, aunque fuera de forma tardía. Como tantas otras
mujeres, fueron silenciadas y “escondidas” de la Historia de la humanidad, a
pesar de las grandes e importantes aportaciones realizadas. Como mujer, y sobre
todo mujer de color, la educación y la vida profesional de Johnson estuvieron
plagadas de barreras. El racismo generalizado y las políticas segregacionistas
limitaban sus opciones, aunque su talento era ilimitado. A pesar de esto, hoy en
día es un gran referente de la NASA y un símbolo del empoderamiento femenino. Su
carrera está llena de hitos. Katherine ha luchado, silenciosamente, a lo largo
de toda su vida contra el racismo (era afroamericana) y la desigualdad de género
(mujer) en un campo puramente masculino (la NASA). Y cuando digo que ha luchado
silenciosamente me refiero a que era una mujer preocupada única y exclusivamente
a las matemáticas. Según palabras de su hija Kathy Moore, su hija pequeña,
cuenta que Johnson no tenía la intención de romper barreras, y eso que era de
color y mujer en un mundo blanco dominado por los hombres. Textualmente se cita:
«Era una matemática ante todo, pero no lo exhibía. Simplemente lo hacía».
Katherine Goble Johnson nació el 26 de agosto de 1918 en White Suplhur Springs,
una pequeña ciudad del condado de Greenbrier (Virginia occidental), en Estados
Unidos. Era la menor de cuatro hijos, y sus padres eran un mecánico de
mantenimiento y una maestra. Katherine estaba excepcionalmente dotada para los
números. Completó su enseñanza primaria a los 10 años y, como el condado de
Greenbrier carecía de escuelas públicas de enseñanza media para niños de color,
la familia se trasladó, durante el curso escolar, a Institute a unos 200 km de
distancia, en el condado vecino de Kanawha, sede del West Virginia State College
exclusivo para alumnos negros, donde en su High School matricularon con una beca
a Katherine a la edad de 10 años. Con solo 14 años completó su educación
secundaria con la Dra. Angie Turnar King como tutora y se incorporó a lo que hoy
es la Universidad del Estado de Virginia Occidental. En 1937, y a la edad de 18
años, Katherine Johnson se licenció suma cum laude en Matemáticas y Francés.
Aunque su vocación estaba orientada a la investigación matemática, los únicos
empleos que encontraba eran en la campo de la enseñanza, hasta que en 1952 se
enteró de que el Comité Asesor de Aeronáutica (futura NASA) estaba contratando
para el Departamento de Guía y Navegación en el Laboratorio Langley de Hampton a
mujeres afroamericanas como calculadoras humanas de los datos extraídos de las
cajas negras de las aeronaves. Katherine Johnson empezó a trabajar en el verano
de 1953, no solo realizando los cálculos con plena fiabilidad, sino que en una
ocasión resolvió mediante sus conocimientos de geometría analítica un problema
de sus superiores. A las dos semanas, ignorando las barreras de género y raza,
la transfirieron a la División de Investigación de Vuelos, asignándole un
proyecto en la rama de vuelos de carga. Durante los siguientes cuatro años
trabajó analizando los datos de las pruebas de vuelo, así como en la
investigación de un accidente aéreo producido por la turbulencia de la estela.
El lanzamiento en 1957 del satélite soviético Sputnik cambió la historia y la
vida de Katherine Johnson. Ella había formulado parte de los cálculos
matemáticos que figuraban en el documento "Notas sobre la Tecnología Espacial".
En 1960 redactó, junto al ingeniero Ted Skopinski, el informe titulado
“Determination of Azimuth Angle at Burnout for Placing a Satellite Over a
Selected Earth Position”, en el que se formulaban las ecuaciones que describían
un vuelo espacial orbital fijando el punto de aterrizaje de la astronave. Fue la
primera vez que la División de Investigación Espacial permitía que figurase el
nombre de una mujer como autora de una de sus publicaciones. El 5 de mayo de
1961 (23 días después del primer vuelo orbital del cosmonauta soviético Yuri
Gagarin), los EE.UU. lanzaron por primera vez un hombre al espacio, Alan
Shepard, en la misión denominada Freedom 7. El cálculo de su trayectoria y la
ventana de amerizaje fueron realizados por Katherine Johnson. Dibujó también
mapas de navegación para los astronautas por si se produjese algún fallo
electrónico. El 20 de febrero de 1962 Glenn orbitó la Tierra, convirtiéndose en
el primer estadounidense en realizarlo. John Glenn insistió en que Johnson
revisara los cálculos de su viaje alrededor del planeta. "Él sabía que yo antes
había hecho los cálculos de sus viajes y confiaba en mi trabajo", le dijo
Johnson a diario The Washington Post en una entrevista en 2017. Sin la
brillantez de una mente como la de Johnson, quizá John Glenn nunca habría sido
un pionero de las misiones espaciales y puede que el dubitativo Neil Armstrong
jamás hubiera sido el primer humano que pisó la superficie lunar. Y Katherine
Johnson sería conocida como la matemática que aseguró el éxito de la misión que
marcó un punto de inflexión en la carrera espacial entre EE.UU y la URSS.
Mientras los ordenadores electrónicos incrementaban su importancia en la NASA,
Katherine Johnson permanecía como referente de fiabilidad. Entre 1963 y 1969,
Katherine Johnson preparó unos manuales definiendo órbitas lunares ante un
posible fallo eléctrico. Estos manuales estuvieron presentes cuando en 1970 la
misión Apolo 13 sufrió una explosión en su interior y los sistemas fallaron. Una
vez abortada la misión, los procedimientos de emergencia y cartas de navegación
que había preparado Katherine Johnson sirvieron para constituir un sistema de
observación en forma de estrella que permitió a los astronautas determinar su
posición con fiabilidad. En 1967 a Katherine Johnson le fue asignada su
participación en el programa de retorno de la misión Apolo 11, conocido como
Lunar Orbit Rendezvous. El 20 de julio de 1969, frente a un televisor en blanco
y negro de una cabaña en un complejo vacacional en las montañas Pocono
(Pensilvania, EE.UU.), Katherine Johnson contemplaba a Neil Armstrong, seguido
de Edwin Aldrin, pisar por primera vez la Luna. Hasta su jubilación en 1986,
tras más de treinta y tres años en la NASA, Katherine Johnson participó en el
programa Space Shuttle ("Lanzadera espacial") y en planes de misión a Marte.
Mujer longeva (murió a la edad de 101 años en el 2020), fue en el 2016 cuando se
le dio LUZ a su historia y a sus hitos, al ser ella una de las primeras mujeres
afroestadounidenses en trabajar como ingeniera en la Agencia Espacial de Estados
Unidos (NASA). Todo esto gracias al estreno de la película "Hidden Figures", en
donde se conoció la verdadera dimensión del aporte de Johnson a la gesta
espacial estadounidense. A veces, la Historia se libra de su injusticia
particular y otorga el reconocimiento merecido a personas silenciadas, como el
caso de Johnson. A pesar de que sus compañeros astronautas de la misión Apolo 11
recibieron igual reconocimiento en 1969, no fue hasta 2020 que a Katherine se le
otorga la medalla Hubbard de la National Geographic Society por sus logros en la
investigación, el descubrimiento y la exploración. Su aportación a la historia
de la humanidad, con todo lo expuesto anteriormente, no necesita mucha
explicación. Ayudó a nuestra nación a ampliar las fronteras del espacio, pero no
sólo amplió las fronteras terrenales y espaciales (su dedicación y habilidad
como matemática fue clave para poner a los humanos en la luna), sino que redujo
las fronteras para todas aquellas mujeres y hombres afroamericanos tuvieran
presencia en la historia y se eliminaran las barreras raciales. Además, como
mujer, ha sido un ejemplo de la batalla constante por la lucha y el
reconocimiento de los derechos de las mujeres por la consecución de la igualdad
entre géneros. Referencias:
https://www.elperiodico.com/es/sociedad/20200304/mujeres-historia-dia-de-la-mujer-7871931
https://mujeresconciencia.com/2016/12/12/katherine-johnson-la-calculadora-humana/
https://www.bbc.com/mundo/noticias-51617960
https://www.nationalgeographic.es/historia/2020/10/matematica-katherine-johnson-labor-esencial-luna-recibe-medalla-hubbard
https://www.nationalgeographic.es/historia/2020/02/recordamos-la-difunta-katherine-johnson-matematica-pionera-nasa
https://elpais.com/elpais/2020/02/24/ciencia/1582571572_471723.html
https://mujeresbacanas.com/la-computadora-humana-de-la-nasa-katherine/
https://www.lavanguardia.com/vida/20200226/473791589213/katherine-johson-nasa-luna-obituario.html
https://forohistorico.coit.es/index.php/personajes/personajes-internacionales/item/johnson-katherine


felicidades. Una aportación valiosa la vida de esta mujer
ResponderEliminarGracias Fátima, en un mundo que parece tan inaccesible para las mujeres, tener referentes de esta envergadura parece una utopía. Gracias por tu aporte.
EliminarEnhorabuena por esta primera entrada.
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